Existo, luego pienso... al menos, eso nos da a entender la lógica.
Hoy he conocido a un chico con una triste historia:
la historia de un guerrero cuyo cuerpo fue envenenado por una atractiva pero malvada mujer...
la historia de un joven adolescente que reía ajeno a su fatal destino mientras respiraba un mortal veneno...
la historia de un joven e impetuoso soldado que golpea a su superior...
la historia de un chico encerrado en una desesperante realidad cuyo único componente era él mismo...
la historia de un alma errante cuyo único objetivo es rehabilitarse...
Una vez me contó su historia, medité durante un rato mi respuesta.
Al parecer de niño comenzó a consumir drogas, posteriormente ingresó en el cuerpo militar y fue enviado al calabozo tras golpear a un sargento. Además, padeció un trastorno grave como es la esquizofrenia, la cual pudo superar. No le importaría morir. Actualmente su único objetivo es rehabilitarse.
Tras pensar mi respuesta le dije finalmente:
Es impresionante la cantidad de obstáculos que te impiden avanzar; las personas avanzamos porque pensamos que el futuro puede ser mejor; pensamos que podemos ser diferentes a como somos en el presente. Las personas que quieren volver al pasado son aquellas que están seguras de que no podrán conseguir lo mismo que tenían en el pasado, en el futuro.
El chico, a pesar de ser mayor que yo, me escuchó con atención. Cuando acabé estuvimos un rato en silencio, tras algunos minutos me dijo su nombre y se fue; su nombre era Guillermo.
Es increíble la cantidad de personas que hay que tienen historias dramáticas. Hace poco tuve la oportunidad de hablar con una chica joven que era estudiante de medicina,
me contó su historia.
Al parecer era bulímica, aunque actualmente se está rehabilitando y se siente mejor. Cuando era más pequeña, se miraba al espejo y se veía gorda, esto le provocaba miedo, un poderoso miedo que le obligaba a vomitar cada comida, ese miedo convirtió la delgadez en su obsesión; ese miedo le prohibió vivir.
Una vez me contó su historia pensé en una respuesta y le dije:
Parece que has logrado superar casi por completo tu problema, estoy seguro de que las personas más cercanas a ti se alegrarán. Sin embargo, esto se torna en una triste ironía. Aquello que creemos contribuirá a hacernos más felices nos hace infelices a nosotros y a las personas que nos aprecian, si consigues, con mucho esfuerzo, superar aquello que, aunque te prometía la felicidad, te hizo infeliz; sientes, tanto tú como las personas que te aprecian, una gran felicidad ¿Es necesario ser previamente infeliz para alcanzar la verdadera felicidad? resulta triste...
Me escuchó en silencio y, al poco tiempo, me dedicó una amplia sonrisa mientras me decía su nombre y se alejaba. Se llamaba Marta.
Nunca habría pensado que hubiese tantas personas rotas. Hace una semana encontré el diario de un joven con otra historia bastante dramática.
Un chico que sufría una importante adicción al alcohol, el cual destruyó su vida.
Esta es la historia de alguien que alguna vez estuvo vivo y siempre estuvo muerto, la historia de un esclavo cuyo amo nunca le dejó decidir...
Este chico era adicto al alcohol y su condición de ser metrosexual le convirtió en un blanco perfecto que la sociedad usó para criticar. No tenía planes de futuro y para él la vida perdió su sentido.
Tras leer el diario, pensé escribir una respuesta en una hoja y pegarla a la última página del diario. Más tarde intentaría hacer llegar el diario a alguno de sus familiares, pues en el diario salían su nombre y apellidos. Su nombre era Tony y esto fue lo que escribí:
Algunas personas piensan que la vida no tiene sentido, otras piensan que el único sentido de la vida es vivirla, otras que el sentido de la vida es ser feliz y hacer felices a los demás. ¿Cuál es la verdadera? Es algo que cada uno debe descubrir por su cuenta.
Tantas vidas... Hoy he conocido a una chica con otra dramática historia, otra triste realidad.
Ella se enamoró con 16 años de un chico mucho mayor que ella, sus padres no lo aprobaron y ella se escapó junto con su novio. Cuando tuvo a su hija Carolina, su novio la abandonó. Actualmente el sentido de su vida es su hija.
Al conocer su historia pensé decirle algo:
Los seres humanos, somos seres imperfectos, nos equivocamos, gracias a que nos equivocamos aprendemos, sin embargo cada decisión que tomamos tiene consecuencias y son precisamente esas consecuencias las que nos enseñan, las que nos devuelven a la realidad.
Me escuchó y, con una leve sonrisa, me dijo su nombre. Su nombre era Laura.
Guillermo, Marta, Tony, Laura...
Detrás de cada historia hay una persona, y detrás de cada persona hay una historia.
Luiscd y Juanki
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